martes, 1 de mayo de 2012

Very Big Data

Big Data es un término que hace referencia al tratamiento y análisis de enormes cantidades de datos, cantidades tan grandes que hacen que el tratamiento de los mimos con las herramientas analíticas y bases de datos tradicionales sea una tarea imposible. Esta superabundancia de generación información ha alcanzado una cota astronómica de 2,5 petabytes diarios (un petabyte es un quintillón de bytes) según una publicación de The Economist en Febrero de 2010.

Algunos datos reveladores sobre el impacto de este fenómeno son los siguientes:

- Walmart maneja más de 1 millón de transacciones de clientes cada hora, cuyos datos son importados en sus bases de datos.
- Facebook maneja 40 billones de fotos en su base de usuarios.
- Decodificar el genoma humano originalmente requirió unos 10 años; hoy en día puede ser conseguido en una semana.


Esta enorme necesidad de generación, análisis y clasificación de grandes cantidades de datos surge además en un entorno en el que Internet, las redes sociales y los dispositivos móviles se encuentran en rápida expansión y en el que hay una cantidad de personas intercambiando información y datos superior a cualquier cota alcanzada previamente en la historia de la humanidad.


El acceso y procesado de tal cantidad de información es enormemente relevante en muchos aspectos cotidianos de la vida humana, como la climatología, la salud, la seguridad y, por supuesto, para el mundo empresarial. Y es que, la forma en la que las organizaciones almacenan, gestionan, analizan y protegen estos datos puede marcar ladiferencia entre ir en cabeza o quedarse atrás.

No cabe de duda de que la información es poder y de que la cantidad de información generada crece exponencialmente. Big Data puede mejorar notablemente el desempeño de funciones dentro de una empresa pero ¿qué costes de adaptación supondrá para las empresas? ¿qué movimientos de subida o caída de empresas dentro de un mercado determinado provocará esta tendencia?

Por otro lado, en el plano individual la preocupación por saber quién accede a nuestra información y qué hace con ella es creciente. El debate a tal nivel está servido: ¿Hasta qué punto nuestra información dentro de la red es anónima? ¿Quién nos ve? ¿Quién nos sigue como si fuera un detective? Y volviendo al plano de los negocios, ¿Qué nos parece que alguien pague para saber donde navegamos o qué vemos para tratar de adivinar nuestros gustos e influir en nuestras decisiones?

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